Ministerio de Ciencia e Innovación

Las grasas insaturadas del aceite de oliva y de los frutos secos bajan los triglicéridos y reducen la resistencia a la insulina

Juan Ascaso, jefe de grupo del CIBERDEM
Universitat de Valencia / CIBER | lunes, 10 de octubre de 2016

Un estudio realizado por el grupo de investigación del CIBERDEM que lidera Juan Ascaso ha demostrado que la ingesta de ácidos grasos insaturados produce cambios beneficiosos postprandiales, durante y tras la digestión. El trabajo, publicado en la revista científica Plos One, sugiere que este factor podría hacer cambiar las recomendaciones dietéticas actuales a personas con obesidad y diabetes. En este estudio, han participado investigadores de la Universitat de València, del INCLIVA y del Hospital Clínico de Valencia.

 Sergio Martínez-Hervás, profesor asociado de Medicina en la Universitat de València, primer firmante del artículo, adjunto en el Servicio de Endocrinología del Hospital Clínico e investigador del CIBERDEM, explica que la principal conclusión de la investigación ahora publicada es que los ácidos grasos insaturados inducen cambios beneficiosos a nivel metabólico, tras la ingesta, que podrían hacer cambiar las recomendaciones dietéticas actuales a los sujetos con obesidad y/o diabetes dado que se les recomienda una ingesta pobre en grasa. “No se trata de abusar ahora de las grasas insaturadas ya que su aporte calórico sigue siendo importante, pero podemos ser más flexibles en cuanto a su consumo”.

 La investigación realizada ha tenido como objetivo evaluar el efecto de una sobrecarga oral grasa rica en ácidos grasos insaturados sobre diferentes parámetros metabólicos como la glucosa, la insulina y los lípidos y el estrés oxidativo tanto en personas sanas como en pacientes con obesidad abdominal.

 La obesidad es uno de los principales problemas de salud en los países desarrollados. En España la Sociedad Española de Endocrinología calcula que el 39,3% de la población entre 25 y 64 años padece sobrepeso y un 21,6% es obesa.

 Sergio Martínez-Hervás explica que el estudio se realizó con la participación de 40 voluntarios: 20 sujetos control y 20 pacientes con obesidad abdominal. Tras ayuno de 12 horas se realizó ingesta de un preparado comercial rico en ácidos grasos insaturados (50 g/m2 de superficie corporal).

 “Al analizar su sangre observamos un incremento significativo de los triglicéridos plasmáticos, alcanzando un pico máximo a las 4 horas, y una posterior reducción de los mismos. Sin embargo, tanto en los sujetos sanos como en los pacientes, y contrariamente a lo que inicialmente esperábamos, se produce una reducción progresiva de los niveles plasmáticos de glucosa e insulina, con una reducción del estado de resistencia a la insulina, y de los niveles de estrés oxidativo”.

  Alteraciones metabólicas

 La obesidad se asocia con el desarrollo de alteraciones metabólicas y con un incremento de los niveles de estrés oxidativo, tanto en ayunas como tras la ingesta. En las últimas décadas los hábitos alimentarios han cambiado, de forma que la mayor parte del tiempo permanecemos en estado postprandial.

 El estado postprandial constituye el estado metabólico habitual en el que se encuentra el ser humano a lo largo del día, al producirse una superposición de los productos absorbidos en las distintas comidas diarias. Este estado de absorción se manifiesta de dos a cuatro horas después de la ingesta de alimentos. Durante este período hay diferentes aumentos en la concentración de la glucosa en la sangre, aminoácidos y triglicéridos.

 Artículo de referencia:

 Unsaturated Oral Fat Load Test Improves Glycemia, Insulinemia and Oxidative Stress Status in Nondiabetic Subjects with Abdominal Obesity. Martinez-Hervas S, Navarro I, Real JT, Artero A, Peiro M, Gonzalez-Navarro H, Carmena R, Ascaso JF. PLoS One. 2016 Aug 18;11(8):e0161400. doi: 10.1371/journal.pone.0161400